Hoy conoceremos a Guido Lois, uno de los dos fundadores de Diez Mil Años. Esta academia brinda educación agrícola online para mejorar el suelo y la calidad de nuestros alimentos.
Su eslogan “Más vida en la tierra” transmite a la perfección su búsqueda: compartir conocimientos que ayuden a cambiar la forma en que trabajamos la tierra. Su rol en esta revolución de agricultura regenerativa es volver a poner al productor en el centro de la escena.
STALLIONS TEACHERS: ¿Qué es lo que más te gusta de hacer educación agrícola online?
GUIDO LOIS: Tanto Mel Bacaloni, la otra mitad de Diez Mil Años, como yo venimos de familias vinculadas a la producción agropecuaria. Siempre estuvimos cerca de ese ambiente pero nos desarrollamos profesionalmente en otra dirección, ligada con lo audiovisual y la comunicación. A través de nuestra academia, encontramos la posibilidad de revincularnos con el campo desde otro lugar, ayudando a los productores.
Nuestros cursos se enfocan en la regeneración del suelo y en encontrar sistemas productivos que puedan mantenerse por miles de años. Al darlos por internet, sentimos que estamos llevando vida y prosperidad a todo el mundo. Esa es la magia de la educación agrícola.
ST: ¿Qué es lo que más te cuesta de educar por Internet?
GL: Que no soy agricultor (risas). Aprendo muchísimo, tanto de los estudiantes como de los facilitadores. Nuestro foco está puesto en acercar a los profesores, líderes de la agricultura regenerativa, a los estudiantes. Justamente por eso, nos preocupamos por que nuestros facilitadores sean productores y tengan experiencia real y tangible en el campo. A través de nuestros conocimientos, queremos volver cada vez más eficiente ese intercambio entre productores.
ST: ¿Cuál es tu estrategia de comercialización de cursos? ¿Cuál es tu herramienta favorita?
GL: El primer paso es entender la necesidad puntual que querés resolver. En nuestro caso, educación agrícola online en español. Luego conocer profundamente a tu público: el nuestro son los productores de habla hispana. América Latina es el 1er continente en producción de alimentos y, con 480 millones de personas, no tiene suficiente información sobre agricultura regenerativa en su idioma. También sabemos que es un público que no cuenta con el mejor acceso a internet y con presupuestos muy variables. Conocer al público en profundidad nos permitió armar nuestros cursos a su medida. Entendimos que tenían que ser capacitaciones cortas y accesibles, que cualquier productor pudiera tomar.
En cuanto a las herramientas, nuestro fuerte son las redes sociales y el contenido de calidad. En nuestro caso, somos profesionales de lo audiovisual y nos sale naturalmente pero no por ello es menos relevante. El público siempre reaccionará mejor a un mensaje si el formato es atractivo y de calidad. También nos hemos llevado gratas sorpresas con la pauta en redes. Aún estamos aprendiendo a manejarla pero entendimos que es muy importante para llegar a nuevas audiencias.
ST: ¿Cómo se adaptó el público de campo a la educación agrícola online?
GL: ¡Sorprendentemente bien! En un principio le teníamos miedo a los problemas de conectividad y acceso a internet. De 20 personas que toman nuestros cursos, siempre hay alguien que tiene algún problema. Afortunadamente siempre lo hemos podido resolver. También con la práctica aprendimos que muchos productores, especialmente los grandes, viven en ciudades.
Una de las satisfacciones más grandes que nos ha traído la educación agrícola online han sido las comunidades de estudiantes. Usamos la plataforma Slack para reunir a todas las personas que han hecho alguno de nuestros cursos. Los dividimos según producciones o intereses y los intercambios que se generan son muy enriquecedores. Que un productor de Colombia pueda aconsejar a uno de Uruguay nos genera muchísima felicidad.
ST: ¿Cómo cambió la pandemia su manera de trabajar?
GL: Nuestra academia se lanzó en plena pandemia y, sin saberlo, estábamos trabajando para ello. La cuarentena aisló a las personas y nosotros ofrecimos una manera de que los productores sigan conectados en la distancia. Nuestros primeros cursos se dieron en vivo, por streaming y fueron un éxito. Quizás en un mundo prepandémico, donde la presencialidad era lo normal, no nos hubiera ido tan bien en un principio. La convocatoria y el entusiasmo de los productores nos dio mucha confianza para seguir trabajando en nuestro producto. Hoy continuamos dando cursos por streaming y estamos por lanzar nuestras primeras capacitaciones on demand. Creemos que la pandemia fue el final de algo, de una manera de trabajar y de vivir. Nos está dando la chance de educarnos, producir y alimentarnos de otra manera.
INFORMACIÓN DE INTERÉS de DIEZ MIL AÑOS
Web: https://www.diezmil.org/
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¡Hasta la próxima!
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